Un largo paréntesis.

Estimados y sufridos lectores  mi último post lo escribí a principios de setiembre y en él decía que había que pasar a la acción y olvidar trasnochadas retoricas. Cuatro meses después reinicio mis escritos con una reflexión personal “En un segundo te puede cambiar la vida” y eso me pasó a mí el 10 de setiembre del 2012.

Una llamada al móvil alrededor del mediodía  y una voz temblorosa, la de mi esposa, que me decía “Carles tranquilo estoy bien pero unos compañeros del trabajo me llevan al Hospital, debe ser una tontería, luego te llamo”

Por supuesto el tono de voz indicaba que no todo iba bien. Sin entrar en más consideraciones me dirigí al hospital donde ya había ingresado mi mujer y tras más de tres horas de espera junto con los compañeros que la habían trasladado y con el soporte de mis hijos a los que ya había avisado, una  Dra. nos informó privadamente de que el asunto era grave y debería permanecer en la UCI al menos 48h.

Todo fue bien y Antonia se recupera, lenta pero satisfactoriamente, pero el temor sigue en la memoria y los sentimientos están a flor de piel.

 Aquí inicio mi reflexión. ¿Cómo expresar el soporte a los seres queridos? ¿Cómo evitar  que el miedo se transmita a tu alrededor? ¿Cómo afrontar la adversidad con calma?

Es fácil hablar o escribir sobre la expresión de los sentimientos. No lo es manifestarlos adecuadamente.

Hoy vuelvo a escribir en una situación social, política y laboral peor que la del 2012 y sin embargo el optimismo me impulsa  a decir que podemos seguir adelante. Que lo importante es vivir y ayudar a vivir.

Que voy a seguir expresándome libremente pero consciente, cada vez más, de los que me rodean, de su importancia y de sus valores.

Sólo cabrearse no sirve de nada. Ser pasivo ante la realidad es un despropósito. Sólo  con la acción seremos capaces de seguir viviendo. Lo importante es valorar el esfuerzo de los que nos rodean y el nuestro en primer lugar, más allá de los resultados. Estos llegaran inexorablemente a partir nuestros actos.

Por todo eso seguiremos trabajando en la seguridad de que el mundo es nuestro y lo podemos mejorar.

Durante cuatro meses no fui capaz de escribir pero he seguido pensando y sobre todo viviendo y compartiendo.

La expresión y la comunicación son importantes. Las personas lo son todavía más.

Hasta pronto.                                                                          Enero 2013